Estimados estudiantes, maestros, padres y cuidadores,

No puedo ni acercarme a describir cuánto me ha dado este lugar y la gente que lo habita durante los últimos trece años. Tengo, sin lugar a dudas, el mejor trabajo en la escuela. Puedo escuchar profundamente las preguntas y asuntos del corazón más apremiantes de las personas; Puedo inventar tradiciones, tanto serias como tontas; Puedo ponerme de pie y contar historias que a la mayoría de la gente parece gustarle; Puedo proclamar con valentía lo que es bueno y hermoso en las personas que me rodean y nadie piensa que es extraño; Puedo compartir lo mejor de mi tradición y, a su vez, la gente comparte conmigo lo mejor de su tradición. Ha sido una bendición tras otra.

Pensé que iba a llegar a la vejez y a la jubilación haciendo exactamente lo que he estado haciendo. Entonces, fue una gran sorpresa para mí descubrir que esto no es lo que el Todopoderoso tiene reservado. A finales de este año, dejaré el cargo de capellán y asumiré un nuevo puesto a tiempo parcial en la escuela. El Dr. Rodgers lo llama Asesor Superior, aunque estoy tratando de convencerlo de que lo llame Jardinera del Campus.

Como sea que lo llamemos, este nuevo rol me permitirá prestar más atención (que debía desde hace mucho tiempo) a mi familia y seguir un llamado que me ha estado presionando durante algún tiempo: estar completamente presente para Dios y las personas que me rodean. En la práctica, seguiré asesorando el Programa de Servicio y Justicia para ayudar a que se haga realidad. También organizaré oportunidades de justicia y servicio en la escuela intermedia. Nuestro enfoque específico en la escuela intermedia será invitar a los estudiantes a tener una relación correcta con la tierra a través de experiencias directas e inmersivas en la naturaleza, la historia y el cuerpo.

Las escuelas son bastante mágicas porque lo que puedes aprender no tiene fin y, por lo tanto, lo que puedes enseñar no tiene fin. Hay una cualidad gratuita en el conocimiento que proviene directamente del carácter del universo mismo. Toda la creación se da gratuitamente para ser disfrutada. Tengo curiosidad por ver qué sucede cuando dedicamos un poco más de tiempo a dejar que la Tierra, que da tan libremente, sea nuestra maestra. Eso es un poco diferente a pensar acerca de la tierra o acerca de naturaleza. Puede sonar un poco cortejo, pero sospecho que agudizará el pensamiento de nuestros estudiantes.

Estoy increíblemente agradecida tanto por lo que ha pasado como por lo que está por venir en este lugar tan dulce. Estoy muy agradecida, especialmente, por los estudiantes, profesores y familias que han compartido sus vidas, talentos y energía para construir esta comunidad, de maneras conocidas y desconocidas para mí. En los próximos días, espero celebrar este capítulo en mi vida y en la vida de la Escuela. Y espero con ansias el año que viene.

Con calidez y fidelidad,
Rev. Megan Hollaway